sábado, 21 de mayo de 2011

El cambio esta en marcha


por Juani Acuña Kunz para La Sureda

Nuestra provincia vive horas de conflicto, durante estas semanas tanto el sector docente, como el sector de la producción petrolera paralizaron la provincia a través de reclamos salariales. Podemos hacer diferentes análisis y conjeturas acerca de los reclamos, podemos estar de acuerdo o no con estos sectores por de mas importantes en el desarrollo de nuestra provincia. Lo que definitivamente no podemos hacer es culpar a estos sectores del mal funcionamiento en lo socioeconómico, del caos generalizado y de la desidia institucional que por estos días vive nuestra querida provincia. Desde luego que no nos sorprende,  el reclamo (método por demás legitimo) por la falta de respuestas políticas concretas del gobierno de Daniel Peralta es moneda corriente en nuestra sociedad. Así, haciendo un pequeño raconto histórico nos vamos a encontrar con hechos que mantuvieron en vilo a la paz y a la institucionalidad de Santa Cruz. Desde el 2003 a la fecha cuatro gobernadores pasaron por la casa de gobierno, algunos sin pena ni gloria (ni votos), otros con necesidad de mantenerse en el poder por el poder mismo  sin dar soluciones concretas a los habitantes. Este último es un clarísimo ejemplo del accionar del Gobernador Daniel Peralta.
Durante el 2006, los santacruceños tuvimos que ver como un conflicto con el sector petrolero se llevaba la vida de un joven policía de la provincia, el caso Sayago sigue dando vueltas como un fantasma y es algo triste y un claro ejemplo de lo que nunca mas debería suceder.  Aparecieron durante estas épocas y en años subsiguientes conflictos con el sector de la seguridad. Es mas que claro, la fuerza debe estar bien capacitada, el problema pasa cuando el estado no le garantiza al joven policía la capacitación y además de pagarle un miserable sueldo les obliga a salir a combatir el crimen a las calles con un arma a la que ellos mismos deben comprarle las balas, sin ningún tipo de protección  y con una formación deplorable, que hoy esta desenmascarándose luego de la triste perdida de otro joven, en este caso un bombero con una profunda vocación, Demian Ceballos.
Al 2007 lo recibimos con un nuevo Gobernador, Carlos Sancho, uno de los que paso por la casa de gobierno sin pena ni gloria. Nuevamente el poder central avasallo la autonomía provincial y una orden de Néstor Kirchner lo despojo de la gobernación.  Cabe aclarar que Sancho aplico políticas reaccionarias a los cientos de trabajadores estatales que se expresaban pacíficamente en Rio Gallegos y otra vez los palos a los que se expresan. Por eso decimos que no nos sorprende. En este mismo  año asume interinamente Peralta, y como si las ordenes represivas que el gobierno delegaba a la fuerza fueran pocas, un funcionario de rango provincial del riñón duro del kirchnerismo arremetía contra cientos de trabajadores arriba de su lujosa 4x4 por que no lo dejaban circular,  demás esta decir que este funcionario hoy goza de una plena libertad valga la redundancia.
El 2008 apareció con un gobernador elegido por el voto de la gente, la sociedad le dio una chance mas al kirchnerismo , seguramente por que tuvo miedo al cambio, o por que quien se posicionaba como la cara de la oposición era un joven y prospero empresario que con mucha decisión y convicción comenzó a transitar por el sinuoso camino de la política y es lógico que la  gente sea reticente a delegarle la responsabilidad de conducir los destinos de la provincia a alguien que se había iniciado hacia muy poco en la actividad. Pero el 2008 nos prometía paz y prosperidad, el propio gobernador en su discurso de asunción nos dijo que “comenzaba una nueva etapa en la construcción de una provincia para todos”. No hubo cambios, siguió imperando el mismo modelo autoritario, conservador, antidemocrático y antirrepublicano. Siguieron los palos para los sectores del trabajo, de la producción y de la educación. Así durante tres años, ni siquiera utilizaron a la política en épocas de campañas para apaciguar conflictos en épocas electorales, como si hacia con suma inescrupulosidad Néstor Kirchner.
 El 2009 entonces fue un año en el que la sociedad se canso y le activó una alarma al FVS  en la provincia, esta vez si le delego su confianza a ese joven emprendedor riogalleguense que desde el 2007 viene preparándose para trabajar por una Santa Cruz mejor y desde la política generar cambios sustanciales en la provincia. Los constantes cortes de rutas, el caos social, la represion a periodistas que piensan distinto y la falta de respuestas a los sectores del trabajo, mas precisamente al sector docente y al petrolero eran una constante.
Al 2010 lo comenzamos con un nuevo líder político, un Eduardo Costa que desde el congreso de la nación  se perfilaba desde la oposición, y con un Peralta que, a pesar de cargar con todo ese historial terrorífico ni si quiera le dio el gusto al pueblo de tener la actitud republicana de reponer al Ex procurador Eduardo Sosa (removido arbitrariamente por Kirchner en los 90’), desoyendo una orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nacion y tirando por la ventana eso que se llama “DIVISION DE LOS PODERES”, concepto por demás importante en las democracias modernas.
Hoy estamos en pleno año 2011, las cosas no han cambiado, pero los santacruceños no perdemos las esperanzas, hemos pasado por momentos difíciles que no culminan y es entendible que la sociedad no haya querido cambiar antes. Por miedo, por inseguridad propia, por que del otro lado no había nadie, o habían lideres esporádicos que tenían la mejor de las intenciones pero no tenían llegada a la gente. Pero el panorama cambió, hoy hay un candidato fuerte que viene del radicalismo y que nuclea además a otros partidos que ven en la figura de Costa a un hombre integro que además de tener ganas y experiencia emprendedora, tiene un programa que le da contenido a esa palabra que los santacruceños estamos añorando por estos días:  el CAMBIO.

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